miércoles, 21 de diciembre de 2011

Manifiesto (Te/Le extraño)

Son súper difíciles estas cuestiones de los protocolos que le enseñan a uno.
Yo no entiendo cuál es el afán. Tan rebonito que es el idioma castellano y tanta palabra que uno no usa, pero tanta otra que le hace la vida difícil a uno como ser humano con complicaciones y defectos y vueltas y recovecos y bajadas y montaña rusa y hoja en blanco.
Hace ya un buen par de años atrás no podía ni contarte entre mis amigos y tutearte era como la sinvergüenzura del siglo, ahora en cambio saludo de beso, "¿como estai?", guiñado de ojos, amigo y cómplice. Es, por decirlo menos RARO.
Y yo no sé, todavía me tupo, parece que para ti es normal, pero no se cómo. ¿Se te olvidó que te dije "usted"? Han pasado sus años, pero nunca tantos, estoy más vieja, pero igual, sigo siendo igual de cabra chica, y te sigo viendo a ti tan como siempre con tu cara de buena onda y mirada como soñadora y ojitos brillantes y guatita gordita y bigote intelectual y me pongo nerviosa.
Como que siempre que me mirai me estai probando, y no lo soporto, pero me gusta.

Son super complicadas las cosas que le enseñan a sentir a uno. Como que el cariño y el respeto lo sentís por tu papá, pero cuando te falta como que igual está mal sentir ese respeto por otro, como yo siento que lo siento por ti, porque me lo inventé, porque así se dio, porque me quisiste y me poniai a prueba, como que cacho que siempre estabai esperando más de mí.
Yo cacho que eso es lo que me gusta de esa mirada inquisidora tuya de tus ojos picarones, esa cosa de que en el fondo yo sé que tu sabes que yo sé que me estai probando, y que yo siempre quiero darte más, porque quiero que estís orgulloso, que querai conversar conmigo, que me querai ver una vez al año y que me querai, querer.

Es súper brígido esto de ser huérfana de padre. Como que no sabís pa donde vai, de donde venís. Y por cuestiones de suerte, creís en el amor.
Ese amor po, ese en el que tú también creiai.

Antes erai más bonito, ahora te enamorai a cada rato.